Romería recordando a los Mártires de Uchuraqay |
Saludo y pondero el esfuerzo que hacen los periodistas abanquinos organizados en la
ANP, la Federación y el Colegio de realizar todos los años una romería ante
el busto del Amauta José Carlos Mariátegui recordando a los 8 periodistas Mártires
de Uchuraqay que para el pueblo ya se han consagrado como los héroes de la
Democracia.
Los que hemos sentido en carne propia lo difícil y peligrosa
que es ser periodista, éste día de los Mártires de Uchuraqay nos trae a la
memoria esos recuerdos dolorosos y a la vez profundas reflexiones.
A pesar que somos jóvenes en el periodismo cómo no sentir la
muerte de estos nuestros hermanos mayores que el único pecado que tuvieron fue ir en busca de la
verdad.
Son nuestros héroes, el máximo ícono del periodismo, son
nuestros guías espirituales, la
antorcha que guía nuestros pasos, son
nuestros líderes colectivos y no individuales, porque fueron a buscar la verdad
en equipo y en solidaridad.
Si bien la comisión Vargas Llosa, la Comisión de la Verdad y
de reconciliación y otras tantas investigaciones que se han hecho hasta el
momento no han logrado develar la verdad claro está por intereses de poder,
estamos convencidos que algún día se
hará justicia.
Las almas y el espíritu de nuestros 8 Mártires del periodismo
nacional mientras no se hagan justicia nunca descansarán en paz, los nombres de
Eduardo De la Piniella, Pedro Sánchez y Felix Gavilán (Diario Marka), Willy
Retto y Jorge Luis Mendivil (El Observador), Jorge Sedano (La República),
Amador García (Semanario Oiga), Octavio
Infante (Noticias de Ayacucho) y el guía Juan Argumedo, además de los más de
130 comuneros asesinados sistemáticamente siempre resonarán en nuestras mentes
y corazones pidiendo justicia.
Hay una serie de
hechos y causas de la masacre que no
debemos olvidar, la negativa de permiso
de viaje a Huaychao de parte del
General Clemente Noel a los periodistas, esa madrugada del miércoles 26 de
enero de 1983 salieron del hotel Santa Rosa manifestando que iban a un pueblo
cercano y que tenían planificado varias comisiones periodísticas.
En las comunidades de la provincia de Huanta ubicadas sobre
los 4 000 m.s.n.m ya se habían conformado los Comités de Autodefensa con
presencia de las fuerzas armadas específicamente por los Infantes de Marina y
los Sinchis, incluso ya se escuchaban
reportes que algunas comunidades organizadas se habían enfrentado a los senderistas y que algunos miembros del
ejército en coautoría con miembros de los comités de autodefensa habían
perpetrado crímenes en algunas comunidades vecinas.
Luego de la muerte de los 8 periodistas se comentó de
indicios y hechos que hace suponer que detrás e incluso en la misma acción de
la masacre están no sólo los comuneros sino los miembros de las fuerzas
armadas.
Cuando el Estado tomó el control de la zona con el ejército
no se respetó la cosmovisión ni las formas de vivencia y organización propias de la comunidad, se
les impuso e instruyó para que hagan
justicia con sus propias manos y que mataran a todo extraño que se acercara a
la comunidad.
La versión oficial era que los periodistas habían sido
masacrados por los comuneros a
guaracazos, machetes, piedras, cuchillos y palos, que sus cuerpos estaban
mutilados y rostros desfigurados, lo cual, no era cierto, porque sus familiares
al momento de bañarlos y vestir sus cuerpos constataron que sus cuerpos no
tenían fracturas y sus rostros podían
perfectamente ser reconocidos, sólo tenían cortada la cabeza por la parte
posterior y los cráneos estaban vacíos, ¿Quiénes hacen estas prácticas y
métodos sanguinarios?.
Posteriormente, el juicio del Poder Judicial a los tres
comuneros condenados a 15 años estuvo
plagado de irregularidades, porque nunca se les probó que participaron de
manera directa en el crimen, fueron condenados porque simplemente eran dirigentes comunales y
porque en la clase gobernante de nuestro país
existía y aún existe los
estereotipos de discriminación y racismo
contra la clase campesina, india o indígena.
Digo desprecio por los originarios por parte del gobierno, de
los militares y senderistas, porque cómo
puede ser posible matar a 135 comuneros entre ellos a 57 mujeres y también
niños y jóvenes cuando estaban
concentrados y festejando sus fiestas
costumbristas, ¿En qué mente enferma y asesina puede caber esto?.
En esta última visita que hizo a nuestra localidad, nuestro
paisano el periodista Denis Vargas Marín en una
conferencia concluyó diciendo que nunca más debe ocurrir y que algún día se
sabrá la verdad, además, hizo algunas
preguntas: ¿Quiénes estaban interesados en que no se conozca lo que pasó en Huaychao?,
¿Por qué los periodistas no llegaron a
Huaychao y se quedaron en Uchuraqay?, ¿Qué pasó antes de la masacre?,
¿Se podría pensar que los comuneros no conocían en esos tiempos una cámara
fotográfica o filmadora y confundir con armas de ataque? ¿Por qué no hicieron
caso a los argumentos del guía o interprete
que hablaba el idioma de los
comuneros?, ¿Por qué entre los comuneros
aparece uno vestido de blanco?, aclaró
que en esas comunidades todos los comuneros tiene una particular manera de
vestirse principalmente con ponchos negros, chullos y sobreros, precisó Vargas
Marín de que estas cosas son los que se han quedado en la penumbra y sin
explicación.
A nuestros hermanos periodistas mayores le sacaron los sesos, quizá pensando darnos
un mensaje que nos pasará igual, pero les decimos que la verdad siempre se
impondrá, la justicia llegará, porque nuestros Mártires de Uchuraqay ya han
trascendido en el tiempo y el espacio, porque ya no sólo son Mártires del
periodismo sino son los Héroes de la verdadera democracia y la libertad de
expresión que es derecho ineludible del pueblo a quien en últimas instancias
nos debemos los periodistas.