lunes, 26 de septiembre de 2011

COSTUMBRES




WASI WASI O EL TECHADO DE CASA
Escribe: Kunturcha



En Pichirhua aún se mantiene  las costumbres más antiguas  con algunas modificaciones y elementos extraños que se han incorporado a través del tiempo; pero esto es normal, porque no hay culturas puras, porque todo cambia y todo es relativo.









El “Wasi Wasi”, es la costumbre a través del cual el hombre andino expresa sus principios básicos de la solidaridad, la ayuda mutua, el ayni, la dualidad, la reciprocidad, el cariño al ayllu, el respeto a la Pachamama y los Apus tutelares.





Aunque la casa se construya de adobe o de cemento, se levante con jornal o contrata, siempre está presente, el Ayni y la Minka herencia ancestral de trabajo mutuo que nos han legado nuestros ancestros.

 El  Ayni, significa no sólo el concepto de hoy por mi  mañana por ti, va más allá, es una verdadera relación de reciprocidad, quiere decir, que en la medida que tú me das o me ayudas, tan igual o mejor te ayudaré, eso no se escribe ni se firma ante un notario, simplemente es el compromiso y la palabra, porque para el hombre andino la palabra trasciende  y vale mucho.
 La Minka, es un aporte en mano de obra sin pensar que me va hacer regresar, se hace desinteresadamente, lo hace los familiares, los vecinos, los amigos, los compadres y los visitantes; la única retribución que tiene que hacer el dueño de la casa “Wasiyuq” es preparar buena comida y  bastante chicha de jora (maíz).
 El día del techado de la casa (Wasi Wasi), es una verdadera fiesta de unión y solidaridad, es el día de la algarabía y la alegría en medio del trabajo donde se congrega los vecinos y las amistades más cercanas de la comunidad.

Cuando el sol ya se acerca al horizonte y está a punto de acabar de techarse la casa, aparecen los compadres con sus  amistades y familiares trayendo cruces de palos o de fierro adornado de vistosas cintas y serpentinas, en medio del cual aparecen colgadas cosas de beber y comer, así como  utensilios de cocina y entre otros elementos.



El mestizo u hombre de la ciudad o llaqtarunas,  lleva al dueño de casa una  cruz de fierro con motivos andinos y sólo adornado de serpentinas o cintas, más  una caja de cerveza.





Mientras el hombre andino que vive en la comunidad, trae al Wasiyuq no sólo una cruz de fierro, también  una cruz de palo donde cuelgan con fuertes pitas una serie de utensilios de cocina como tazas, platos, vasos, cucharas, etc. pero todo en par  o de cuatro en cuatro, expresando así, el principio de la dualidad (par) y evocando con cánticos y “Wankas” a los cuatro espacios del mundo (Pacha) para que proteja a la familia y la casa sea sólida en el tiempo.


 
Al final,  niños, jóvenes y adultos, tanto varones y hombres, comparten la comida y las bebidas, bailando y cantando al son del arpa y violín o la música producida a través de una grabadora, los dueños de casa deben cargar siempre las banderas rojo y blanco como signo de respeto a los compadres que trajeron las cruces.



Al día siguiente se hace el “Uma hanpi”, curar la cabeza o la resaca, los compadres regresan a expresar al Wasiyuq que no está sólo y mostrarle cariño, termina el Wasi Wasi con el tradicional “Qaspakusqa” que consiste en colgar con una soga a los dueños y a los compadres en una de las vigas de la casa mientras en son de juego y risa van intentando quemar con paja a los que están siendo colgados, para no ser quemados tienen que trepar lo más alto que pueda a través de la soga  hasta alcanzar el “Quqau” o sea,  cosas de comer o de beber de la casa,  que está también colgado en la viga principal de la casa.

FOTOS DE WASI WASI DE MI HERMANA PATY Y CUÑADO GARY
La infaltable chicha de jora




















Preparando la comida
Las cruz de palo con muchos regalos
Compartiendo con los compadres

domingo, 25 de septiembre de 2011

TURISMO VIVENCIAL

VISITA A LOS LEGENDARIOS RUMIS
Escribe: Wilman Caichihua Robles ( Kunturcha)
El Centro  de Estudios Andinos “Apu Qurawiri” que lideran en  Huancarama  los maestros  Juan Aedo (Indio), Gavino  Alendez y José Llactahuamaní (Supayku), me invitaron a ser parte del ritual que ofrendaron en Rumi Cruz – Pacobamba.
El sábado 24 de setiembre junto con el “Indio” y Supayku partimos  de madrugada rumbo a Huancarama y luego hasta Pacobamba, porque días antes vino Gavino a Abancay a coordinar con nosotros para realizar el  ritual de la ofrenda  a la Pachamama y el Qaywakusqa a los Apus.

Al llegar a Pacobamba  ya se vivía la antesala y los preparativos para la gran Ultramaratón  LLaqtapata – Pacobamba de 42 km. de recorrido por caminos agrestes y peligrosos; previa  a dicha maratón se realizó la caminata a Rumi Cruz que se ubica  en las alturas de Chinchay en plena ceja de selva.
De  Pacobamba nos llevó un camión Fuso en medio de  niños y jóvenes estudiantes, hermanos campesinos, algunos profesores y otros profesionales  que iban comentando que por primera vez conocerían Rumi cruz y por su puesto era la primera vez que  también visitaba, aunque  siempre tuvimos el deseo de conocer esos lares, sobre todo el Apu Qurawiri, el poderoso, el sabio el gran Apu   de los conocimientos y los saberes.
Pasamos por Wirunay tierra de verdes parajes y de gran producción  ganadera, luego llegamos a Qirabamba punto de encuentro con todos para iniciar la caminata cuesta arriba.



Cuenta el “Indio” que en Abancay le había  pedido a Gavino que aliste dos carrizos para las banderas del  Tawantinsuyu;  al llegar a Qirabamba le pidió, pero Gavino se había olvidado, entonces, el Indio buscó para ver si por ahí habían dos palos, grande fue su sorpresa que dos palos tirados estaban ahí como si alguien lo había cortado  y preparado, dice el Indio que  es el poder de los Apus y que todo cuanto le pidas con fe te lo dará pero en la medida que tu también lo das por los demás.
 
Media hora después de caminata cuesta arriba, Gavino que es el “Yachaq” del grupo nos condujo a conocer la Waka “Rumi Sunqu”  el líder de esa comarca o pueblo llamado “Los  Rumi Runas”  hace miles  de años que fue sepultado debajo de una gran cueva de  piedra.
Al ver el recinto sagrado de Rumi Sunqu, grande fue nuestra sorpresa porque los malvados huaqueadores lo habían profanado, nuestro espíritu se entristeció y el Yachaq Gavino con palabras entrecortadas y a punto de llorar entregó la ofrenda que le habíamos llevado.  
En medio del ritual que le ofrendamos a Rumi Sunqu apareció un niño que todos pensamos  era el hijo del  Yachaq Gavino, pero cuando le preguntamos quien era, nos dijo que era del lugar y nada más, estuvo con nosotros caminando juntos, regresamos también juntos y luego desapareció, luego nos preguntamos quién era, ni su nombre le preguntamos, sólo atinamos a decir que será un gran discípulo y heredero de nuestra sabiduría andina.

Ya cerca a las faldas del Apu “Awsanpara” en el camino de “Hatun Puqru” encontramos una piedra con una ranura en el medio como si entrara hacia la tierra, nos explicó Gavino que a través de esa piedra en ciertos tiempos y espacios podrías comunicarte con la “Pachamama”, además dijo, que en esos lares todo se explicaba a través de las piedras porque en medio de los bosques podíamos encontrar incluso Chullpas, por eso antiguamente  ese paraje se llamaba “Rumis”, aquí las piedras tenían energía vital.

Al llegar  a Rumi Cruz, explica el indio, que la palabra Cruz ya lo pusieron los cristianos españoles, para adoctrinar a la gente y hacer desaparecer  nuestras deidades; en realidad era el guardián de los bosques de Chinchay, ahora dicen que es un señor patrón;  pero ese nombre de  “patrón” también viene de los patrones hacendados que lo pusieron para mantener al pueblo en la sumisión y el aletargamiento.
En una pampa en la  cumbre  misma del mirador de los “Rumis” de donde antes divisaban y cuidaban los bosques del Chinchay y su tierra, el Yachaq Gavino realizó la ofrenda a los Apus y a la Pachamama, para que el hombre aprenda nuevamente a vivir en armonía  con la naturaleza,  mientras el indio llamaba con su Waqraphuku a los cuatro vientos del Tawantinsuyu, ante la mirada de asombro de unos y la incredulidad de otros; pero, la semilla de renacimiento de nuestra cultura ya está sembrada y en Pacobamba empezó con los espíritus de los Rumis que junto a los  Apus Awsanpara y  Qurawiri se encargarán de hacer germinar y crecer.
                                                               Abancay, 25 de setiembre del 2011.
FOTOS 
El encuentro de dos étnias





Bajo la protección del Apu "Awsanpara"

Preparativos del ritual
Inicio de la Ecoaventura
Yachaq Gavino efectuando la ofrenda 





Presente docentes  de Pacobamba
Bosques de Chinchay
Guardian de los bosques





HARAWIKUNA II - POESÍAS

IMARAQTAQ  KAYRI
Hanaq pachan phiñarikuchkanña
Ritichus ritinqa, chikchichus chikchinqa
Icha qasawan, wayrawanchus rupharimunqaña,
¡Imaraqtaq kayri!.

Taytay Apu Tarpaya ama phiñakuychu
Mamay Apu Wachwalla ama waqaychu;
Qaqakunachus rimarimunqa,
Icha yawar mayuchus rimarimunqa,
¡Imaraqtaq Kayri!.

Ñawsan kasqanchis ñawinchismanta,
Ruktutaqmi kasqanchis nirinchismanta,
Ñukutaqmi kasqanchis chakinchismanta,
Ichaqa, purichkanchisraqmi, llankachkanchisraqmi,
¡Imaraqtaq kayri!.

Allqukunan awllariykamuchkanña,
Unquy takin asnariykamuchkanña,
Ichaqa manañan sunquy manchakunñachu.

Taytay Apu Tarpaya, Mamay  Wachwalla,
Kaypin wawaykikuna kachkayku,
Amayá qunqaruwankikuchu,
Aswanyá qawariwankiku,
Kallpachawankiku, puririchiwankiku.

Qillqaq: Kuntur (Wilman Caichihua Robles)

Pichirhua, Noviembre  2005

Wayrawasipi Yachaywasinchik N° 02 2024