miércoles, 4 de marzo de 2015

ADIOS AL CHINO FARFÁN

Se fue el “Chino” Farfán
Destacado deportista, sindicalista y padre ejemplar

Cada  vez que se va alguien a su última morada, siempre nos viene a la memoria aquella canción triste  que dice  “Hay wañuycha wañuy wañuycha, así no más había sido la vida, así no más nos vamos de éste mundo” o escuchamos decir a los amigos y familiares por qué los buenos hombres nos toman la delantera.
Se fue el   querido “Chino” Lucho Farfán León, el 11 de enero del 2015  en cuerpo estuvo por última vez entre nosotros, multifacético hombre que ha dejado muchos legados y ejemplo de vida en el deporte, la música, el sindicalismo y su vida profesional entregado a su trabajo.
Eso es lo que dijeron sus hijos, amigos y familiares cercanos derramando gotas de lágrima que hizo lacerar el alma de los concurrentes, principalmente de sus compañeros trabajadores de la Dirección Regional de Educación de Apurímac con quienes vivió, convivió e hizo una profunda relación de amistad, compañerismo y solidaridad.
El pueblo no se olvidó del “Chino”   de aquel  verdadero profesional que se entregó  de cuerpo y espíritu a los ideales colectivos de defensa de los  derechos de los trabajadores, del   hombre que con su sacrificio e invirtiendo su propio peculio forjó generaciones de deportistas sobre todo en el básquet, eso y mucho más fue el querido “Chino” que perdurará para siempre en el corazón de los buenos abanquinos.
El pedido de sus familiares ante su última morada  ojalá sea escuchada: “Aunque nadie ni una  institución lo haya reconocido en vida, la mejor gratitud para el Chino y para nosotros será que las instituciones de verdad hagan algo por la juventud y hagan resurgir el deporte en Abancay”.
 Hasta siempre  “Chino Farfán”, a  todos los que conocimos tu trayectoria, a tus compañeros de trabajo, a tus más leales amigos, a tus queridos hijos  y tu  esposa, al pueblo que llenaste de alegrías con tus grandes jornadas deportivas y tus luchas sindicales, de seguro nos harás una gran falta, pero tú ya has trascendido y eso nos llena de inmensa alegría porque las futuras generaciones al menos  tendrán un guía, un modelo y un ejemplo a seguir.