VISITA A LOS LEGENDARIOS RUMIS
Escribe: Wilman Caichihua Robles ( Kunturcha)
El Centro de Estudios Andinos “Apu Qurawiri” que lideran en Huancarama los maestros Juan Aedo (Indio), Gavino Alendez y José Llactahuamaní (Supayku), me invitaron a ser parte del ritual que ofrendaron en Rumi Cruz – Pacobamba.
El sábado 24 de setiembre junto con el “Indio” y Supayku partimos de madrugada rumbo a Huancarama y luego hasta Pacobamba, porque días antes vino Gavino a Abancay a coordinar con nosotros para realizar el ritual de la ofrenda a la Pachamama y el Qaywakusqa a los Apus.
Al llegar a Pacobamba ya se vivía la antesala y los preparativos para la gran Ultramaratón LLaqtapata – Pacobamba de 42 km. de recorrido por caminos agrestes y peligrosos; previa a dicha maratón se realizó la caminata a Rumi Cruz que se ubica en las alturas de Chinchay en plena ceja de selva.
Cuenta el “Indio” que en Abancay le había pedido a Gavino que aliste dos carrizos para las banderas del Tawantinsuyu; al llegar a Qirabamba le pidió, pero Gavino se había olvidado, entonces, el Indio buscó para ver si por ahí habían dos palos, grande fue su sorpresa que dos palos tirados estaban ahí como si alguien lo había cortado y preparado, dice el Indio que es el poder de los Apus y que todo cuanto le pidas con fe te lo dará pero en la medida que tu también lo das por los demás.
Media hora después de caminata cuesta arriba, Gavino que es el “Yachaq” del grupo nos condujo a conocer la Waka “Rumi Sunqu” el líder de esa comarca o pueblo llamado “Los Rumi Runas” hace miles de años que fue sepultado debajo de una gran cueva de piedra.
Al ver el recinto sagrado de Rumi Sunqu, grande fue nuestra sorpresa porque los malvados huaqueadores lo habían profanado, nuestro espíritu se entristeció y el Yachaq Gavino con palabras entrecortadas y a punto de llorar entregó la ofrenda que le habíamos llevado.
En medio del ritual que le ofrendamos a Rumi Sunqu apareció un niño que todos pensamos era el hijo del Yachaq Gavino, pero cuando le preguntamos quien era, nos dijo que era del lugar y nada más, estuvo con nosotros caminando juntos, regresamos también juntos y luego desapareció, luego nos preguntamos quién era, ni su nombre le preguntamos, sólo atinamos a decir que será un gran discípulo y heredero de nuestra sabiduría andina.

Ya cerca a las faldas del Apu “Awsanpara” en el camino de “Hatun Puqru” encontramos una piedra con una ranura en el medio como si entrara hacia la tierra, nos explicó Gavino que a través de esa piedra en ciertos tiempos y espacios podrías comunicarte con la “Pachamama”, además dijo, que en esos lares todo se explicaba a través de las piedras porque en medio de los bosques podíamos encontrar incluso Chullpas, por eso antiguamente ese paraje se llamaba “Rumis”, aquí las piedras tenían energía vital.
Al llegar a Rumi Cruz, explica el indio, que la palabra Cruz ya lo pusieron los cristianos españoles, para adoctrinar a la gente y hacer desaparecer nuestras deidades; en realidad era el guardián de los bosques de Chinchay, ahora dicen que es un señor patrón; pero ese nombre de “patrón” también viene de los patrones hacendados que lo pusieron para mantener al pueblo en la sumisión y el aletargamiento.
En una pampa en la cumbre misma del mirador de los “Rumis” de donde antes divisaban y cuidaban los bosques del Chinchay y su tierra, el Yachaq Gavino realizó la ofrenda a los Apus y a la Pachamama, para que el hombre aprenda nuevamente a vivir en armonía con la naturaleza, mientras el indio llamaba con su Waqraphuku a los cuatro vientos del Tawantinsuyu, ante la mirada de asombro de unos y la incredulidad de otros; pero, la semilla de renacimiento de nuestra cultura ya está sembrada y en Pacobamba empezó con los espíritus de los Rumis que junto a los Apus Awsanpara y Qurawiri se encargarán de hacer germinar y crecer.
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