Nuestra Madre Tierra está viva
ESCRIBE: Wilman Caichihua Robles
Según el Calendario Agro Festivo
y Ritual del Mundo Andino, el mes de agosto
es el tercer mes del año y el mes de la “Mamapacha”, nuestra Madre Tierra.
Es el mes donde nuestra
Mamapacha, está descansando, necesita recobrar energías y fuerzas, tiene sed y
hambre, por eso nuestros ancestros decían: “Mamapachanchistaqa rayqachkanmi,
chakichkanmi” (A nuestra Madre Tierra le está dando hambre y sed).
¿Cómo es posible esto? ¿Cómo es
que la Tierra pueda tener hambre y sed?. Muchos desde la lógica científica y pensamiento occidental, dirán
que esto no es una verdad; pero, desde
nuestra forma particular de ver la realidad del Cosmos o sea nuestra
Cosmovisión, esto sí es posible.
“Todo cuanto existe en el Universo
o Multiverso y nuestro Planeta, todo cuanto nos rodea y con quienes nos
relacionamos, tiene vida”, esto es nuestra Cosmobiovisión, que nos han legado
nuestros ancestros y que hasta hoy preservamos en los pueblos originarios.
El Ayllu o la familia no es sólo
la comunidad de humanos o Runas, sino son también las plantas, los animales y
los espacios sagrados, es por eso que
nuestra Mamapacha es vista como una persona, sagrada y viva.
Si es sagrada y una persona,
entonces hay que darle ofrendas rituales como el “Haywakuy” para que coma los
mejores alimentos y beba la chicha o la Chuya a través del “Tinkakuy” o
Chhallakuy”, es decir, esto es un acto de reciprocidad o Ayni con nuestra
Mamapacha, porque así como Ella nos cría, también nosotros debemos de cuidarlo
y amarlo.
Es más, porque Ella, es la dadora
y fuente de la vida y de la armonía, es la que
conjunciona la energía cósmica entre la naturaleza y los humanos.
Por eso, los pueblos originarios
o indígenas somos los primeros ecologistas del mundo, porque los Runas no nos
consideramos superiores ni vivimos fuera de la Madre Tierra, sino somos parte de Ella y
por lo tanto, tratamos de vivir en armonía con ella, tratamos de defenderla
ante cualquier agresión o maltrato.
Esta manera sencilla, sagrada y
profundamente espiritual de creer de nuestros ancestros, en nuestra Madre
Tierra, ahora está siendo comprobada por
la ciencia.
Hace poco, en una reunión anual
de la Unión Geofísica Americana, científicos de la NASA explicaron que los
nuevos datos obtenidos por satélites revelan que la parte superior de la
atmósfera terrestre “inspira” y “aspira” rítmicamente con una periodicidad de 5
a 9 días.
Además, la NASA ha publicado un
video sobre un estudio de visualización
científica donde se aprecia una escena macroscópica en el que se sugiere que la
Tierra es un ser vivo que palpita y respira, terminan el informe manifestando, que
quizá en el fondo sea una verdad ancestral la que se está descubriendo.
El científico inglés James Lovelock
ha planteado la Teoría Gaia, quien sustenta que la Tierra, como planeta es un
ser viviente, precisa que, hay
evidencias que demuestran que toda la biósfera hasta el último ser que la
habita, puede ser considerados como un único organismo a escala planetaria en
el que todas sus partes están relacionadas y a la vez independientes como las
células de nuestro cuerpo.
James Hutton, Padre de la
Geología, antes que Lovelock, ya había descrito a la tierra como una especie de
super organismo, también Lynn Margullis (Premio Nacional de Ciencias de EE.UU)
ha afirmado que la Tierra respira auto regulándose
en temperatura, humedad y salinidad de las aguas.
La Tierra, a través de los 4500
millones de años ha ido evolucionando, desarrollando una protección natural de
preservar la vida en su seno, con el tiempo incluso se ha vuelto sensitivo, ha
evolucionado de lo más simple (roca
incandescente) a lo más complejo (ser consciente), es decir, que la tierra tiene mente, a lo que Teilhard de
Chardin y Vladimir Verdnaski lo llamaron “Noosfera”.
Un anciano de la Tribu Seattle de
Norteamérica dijo: “La Tierra no nos pertenece sino que nosotros pertenecemos a
Ella, porque somos sus hijos”, Así que, como hijos de la Mamapacha y como hermanos de todo
cuanto existe en la Tierra y el Cosmos, brindemos todas las atenciones a la
Madre Tierra para que nos siga dando sus frutos y sus bendiciones.