EN 
LA COMUNIDAD  DE  PITIC – COTABAMBAS
Ancestral  costumbre del  “Unu Raymi” 
vuelve a renacer
Dice  la historia que cuando
Atawallpa fue capturado por los españoles, el inka  había mandado traer el oro y la plata de
todas partes del Tawantinsuyu, es así que un grupo de indígenas cuando estaban
cruzando la hoy  comunidad de Pitic se
enteraron que  Atawallpa había sido
ejecutado,  por lo que decidieron  esconder todo el cargamento en el Apu
Aranquma, por eso ellos lo pusieron el nombre de Pitic a aquel lugar porque el
camino o la comunicación se había cortado porque “Pitiq” o “Tipiq” significa
algo que se cortó  o se acabó.
Esta es una comunidad 
donde  la historia, el mito y la
leyenda se entremezclan y rondan en la memoria colectiva de los abuelos, es uno
de los pueblos  más antiguos junto a
Mara, Haquira y Cotabambas, antaño de profundas raíces culturales que hoy
apenas se resiste a  no desaparecer
porque tiene una gran necesidad  que los
une y los impulsa a seguir luchando por sus hijos, cual es, el agua.
Ahora, por iniciativa de los ASPIs y los docentes  de la Red Educativa Rural “Ñawinchasun”  junto con los estudiantes, la participación
de los padres de familia y las autoridades organizaron el primer “Unu Raymi” en
los ojos de agua (puquiales)  costumbre
ancestral que ya estaba olvidada y que hoy ha vuelto a renacer.
Manifestaron los docentes que esta es una forma de  fortalecer nuestra cultura y reafirmar
nuestra identidad  y, sobre todo dar
ejemplo a las futuras generaciones  para
que no se olviden de sus tradiciones  y
valores colectivos de su pueblo que muchas veces no son trasmitidos por los
propios padres ni por la escuela.
“Warma  kasqaymanta
pacha, manan saynataqa pipas rimariwarqakuchu, kay unuchismanta,
pachamamanchismanta, kawsayninchismanta; 
anchatan riksikuni profesor aspikunata,  kay  Unu
Raymi yuyarichiwasqankumanta”, (Desde que soy niña no recuerdo a ningún
profesor que nos haya hablado así, del agua, de 
nuestra madre tierra y de nuestras vivencias, estoy muy agradecida para
los  profesores ASPIS, por hacernos
recordar el Unu Rayni que ya estaba olvidada)”, puntualizaron  las 
madres de familia de la comunidad de Pitic.
No faltó la Wiphala bandera del Tawantinsuyu símbolo de la
unidad en la diversidad,  la ceremonia
sagrada del “Hawakuy” que fue oficiado 
por el Yachaq don Demetrio  desde
una noche antes, la chicha de jora y de molle, la palabra de las
autoridades  que dijeron que esta
actividad en el pueblo se institucionalizará para  que todos los años se realice, finalmente se
despidieron de los puquiales con mucho respeto 
cantando “Qachwas” y Waynos alusivos al agua.
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